Con bombos y platillos, y en medio de una feroz campaña de terror reaccionario contra las masas que vivimos en los barrios populares, la gran burguesía y los terratenientes colombianos han venido preparando el recibimiento de sus amos imperialistas y otros lacayos de la región para celebrar la 50ª Asamblea Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Medellín entre el 27 y el 31 de marzo. Para las clases dominantes, este evento es una buena oportunidad para seguir vendiendo nuestro pueblo trabajador y los recursos naturales que aquí se encuentran a los imperialistas. Sus cínicos portavoces no han tenido reparos en decir que pretenden “avanzar con la expresa idea de la ´venta de Colombia` a los inversionistas internacionales”, tal como dijo la vendepatria directora de Planeación Nacional, Carolina Rentería, cuando anunció que paralelamente a la Asamblea, montarán una gran vitrina para feriar la financiación de proyectos de infraestructura para el país y Antioquia por un monto de 40 billones de pesos en lo que pomposamente se llamará “Expodesarrollo”.
El podrido Estado colombiano ha incrementado en más de 2700 efectivos el pie de fuerza en la ciudad desde finales de febrero, con el principal propósito de mantener bien a raya a las masas durante este evento, para prevenir brotes de descontento y rechazo, y “quedar bien” (como dijo el lamezuelas Uribe) con esa manada de explotadores y títeres que se reunirán cómodamente a definir y trazar sus políticas de dominación, mientras en los barrios nos ultrajan los policías y soldados que han llegado reforzando a esos paracos que andan matando jóvenes del pueblo y amenazándonos con toques de queda hasta las 10 de la noche. Y, para colmo, como si ya no pudieran humillarnos más, nos dicen que toda la ruidosa publicidad pro-imperialista a favor del BID, que la pintura que le han echado a esta ciudad para que se vea “bonita” para esos explotadores, y que los gustos y lujos que suelen darse la calaña de millonarios que hacen parte de ese Banco, cuesta 5000 millones de pesos del presupuesto público, de los impuestos que con tanto sacrificio hemos tenido que pagar los trabajadores al Estado ladrón.
Pero, ¿qué es el BID?, ¿por qué cuidan tan furiosamente su reunión de Gobernadores?, ¿por qué está tan contento el monigote alcalde Salazar, a la vez que tan preocupado diciendo que “Medellín no puede dar un paso atrás en materia de seguridad” cuando recibía a los policías destinados a reforzar la dictadura contra el pueblo?
Pues bien, la verdad es que el BID ha sido un instrumento de dominación económica y política del imperialismo contra los pueblos latinoamericanos, que ha servido exclusivamente para profundizar el sometimiento semicolonial de estas naciones. El BID ha jugado un papel muy importante en la formación de unas economías atadas de pies y manos al imperialismo en los países latinoamericanos, completamente dependientes de las inyecciones de capital financiero que hacen los monopolios de los países imperialistas como parte de su cadena de acumulación y explotación capitalista a nivel mundial, y a partir de la cual han ejercido una encarnizada dominación política, militar e ideológica, que ha ido desde la formación de una cultura de colonizados hasta las mas sangrientas guerras de agresión contra nuestros pueblos y el establecimiento de bases militares imperialistas y dictaduras despóticas y militaristas contra las masas por toda la región.
Desde el discurso hasta el mismo nombre del BID afirman que su propósito es dizque el “desarrollo” de los países “prestatarios”, como Colombia, pero lo único cierto es que lo que hace ese Banco es forrar los bolsillos de los burgueses de los países imperialistas, “no-prestatarios”, que canalizan parte de sus inversiones para los países oprimidos a través del BID, imponiendo altísimas tasas de interés que finalmente son pagadas por los trabajadores y sus familias, con el sudor, la sangre, el sufrimiento y la miseria permanentes de millones de personas de estos pueblos. Pero la injusticia va todavía más allá, pues así como pasa acá con los pagadiarios, que nos pisotean por deberles, a nivel internacional, la deuda externa de estos países oprimidos no sólo nos obliga a pagar mil veces lo adeudado sino que nos somete políticamente al tener que firmar acuerdos donde se definen los lineamientos de política fiscal, monetaria, educativa, ambiental, laboral, etc., como condición para recibir esos préstamos. Así, por ejemplo, han obligado a que en muchos países como Colombia se desmonten cada vez más los sistemas de subsidios estatales para el acceso a salud, educación, agua potable, saneamiento básico, electricidad, vivienda y tierra. En otras palabras, las clases dominantes de los países atrasados empeñan nuestro destino y “desarrollo” a las necesidades de los explotadores imperialistas dueños de los capitales invertidos aquí, lo que ha significado mayor dominación y saqueo para estos pueblos.
El imperialismo es un sistema putrefacto que se sostiene cada vez más y más de las rentas extraídas a los países oprimidos como Colombia, invirtiendo sus capitales indirectamente en estos países a través de los préstamos que hacen a los gobiernos de “nuestras” clases dominantes. Este sistema parasitario que ha hundido en la miseria a miles de millones de personas por todo el mundo cuenta con muchos “organismos internacionales” para la dominación política, económica y militar de los oprimidos. Dentro de estos organismos “multilaterales” se encuentra el BID, que ha defendido durante 50 años un sistema de desarrollo económico desarticulado, que ha sido fuente de enorme sufrimiento para las masas populares manteniendo a los países latinoamericanos en el atraso más oprobioso e indignante, que ha profundizado la desigualdad entre ricos y pobres, mientras ha fortalecido la dominación del imperialismo norteamericano; de hecho, las decisiones dentro del BID, así como en otras agencias de este corte pero de alcance global como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, son tomadas generalmente por los yanquis y sus socios (EU es el accionario mayorista del BID, con el 30,01% de sus acciones; es decir, por ser quien más presta e invierte, decide cómo se somete y viola a estos países).
La Asamblea Anual del BID es entonces una reunión de los imperialistas con sus lacayos latinoamericanos; y, en la de este año, se supone que diseñarán políticas para amortiguar los efectos devastadores de la crisis mundial sobre las economías de la región. Pero el creciente sufrimiento de las masas por todo el mundo a raíz de la crisis económica se debe al sistema imperialista en sí mismo, pues los ciclos, los periodos de crisis y auge son inherentes a su funcionamiento, lo que significa que si se quiere acabar con la crisis se debe es derrocar todo este sistema. Por eso es que el cinismo de los portavoces del BID, que hablan de dizque estrategias para paliar la crisis mientras defienden y sostienen al imperialismo, no es menos que una bofetada en la cara de los millones que están dejando de comer y trabajar (y de quienes dejarán de hacerlo) en Latinoamérica y el mundo por cuenta de la crisis.
El problema con el BID no es que “preste a unas tasas de interés muy altas”, o que “no discuten lo suficiente con los grupos de la sociedad civil involucrados en el campo de acción de sus proyectos”, no, nada de eso, el problema del BID es que es un instrumento del imperialismo, que es un mecanismo para subordinar estos países a los designios del actual sistema de dominación y explotación. Cuando el BID otorga préstamos para infraestructura, por ejemplo, lo hace tanto para lucrarse con los intereses que pagan por esos créditos estos países, como para crear aquí un tipo de infraestructura favorable a los negocios de los imperialistas, tanto en materia de vías de comunicación y transporte como en disponibilidad de recursos energéticos, que a fin de cuentas refuerzan un tipo de desarrollo hacia fuera y no hacia dentro, favorable y en función del capital financiero imperialista y desastrosa para los intereses nacionales de estos países oprimidos. El problema es que las inyecciones de capital imperialista buscan es rentabilidad y ganancia, no el desarrollo nacional ni el progreso de estos países, y nunca podrá ser de otra forma.
El tipo de desarrollo promovido por el imperialismo en los países oprimidos de la región, ha dado como resultado una estructura de clases donde la dirección social ha sido acaparada por una granburguesía que se enriquece haciendo negocios para los imperialistas, sacando tajada de la explotación que ejercen éstos contra los pueblos del mundo, y que se alía además con los grandes terratenientes feudales que cabalgan sobre las espaldas de millones de campesinos atados por la maraña de relaciones opresivas semiserviles mantenidas por el imperialismo en nuestro campos.
Ellos quieren celebrar en calma las bodas de plata de su Banco sobre una montaña de huesos y sangre popular, sobre una historia signada por la injusta e ilegal intervención económica y militar de los pueblos latinoamericanos y del mundo, y ¡NO LO PODEMOS PERMITIR! Hay que dejar bien claro que los imperialistas y sus títeres no tienen derecho a reunirse para planear la forma como nos seguirán explotando y saqueando. Debemos repudiar esta visita imperial y todo lo que representa, debemos rechazar este sistema y los planes de los grandes burgueses colombianos de mayor empobrecimiento de las masas populares.
Los opresores colombianos, que esperan de sus amos mayores inyecciones de capital en Colombia, deben saber que no estamos con ellos ni con su sistema genocida y hambreador, que resistiremos sus dictámenes y no soportaremos más semicolonialismo en el país ni en el mundo. Todos los días, luego de tener que pasar por una humillación tras otra, nos damos cuenta que un cambio fundamental en nuestras vidas es urgente y necesario, pero para ello debemos captar que nuestro enemigo, la traba que se nos pone en frente para alcanzar ese cambio, es el sistema imperialista defendido por ese puñado de asesinos explotadores que horita mismo tienen el poder, y que hasta que no barramos todo este orden de cosas no habrá tal cambio fundamental. Los imperialistas, los grandes burgueses y los terratenientes de estos países son los enemigos jurados del pueblo explotado y oprimido, y hasta que no se les arrebate el poder no será posible establecer una sociedad distinta donde el criterio para tomar las decisiones económicas de inversión y producción no sea la ganancia (como en este sistema) sino que sea el bienestar de las masas, el desarrollo social y el avance hacia una sociedad sin relaciones opresivas de ninguna índole.
Se necesita desafiar seriamente al imperialismo si de veras queremos vivir distinto y edificar una sociedad sin opresión. Debemos seguir el ejemplo de los jóvenes y masas rebeldes que se han alzado aquí y por todo el mundo durante la última década y media en contra de la globalización y las guerras de agresión imperialistas, debemos aprender de su coraje y resolución en la lucha, para ir todavía más allá, para forjar un movimiento amplio de unidad que luche persistente y abnegadamente contra el sistema, sus verdugos y sus ataques.
Los Jóvenes Antiimperialistas llamamos a la juventud popular y al pueblo en general a organizarse para la lucha contra nuestro enemigo común: el imperialismo y sus lacayos.
Seguir viviendo bajo la bota de este cochino sistema y hundirse con él… o construir un mundo radicalmente distinto: es lo que está hoy en juego. ¿De qué lado te pondrás?
¡Abajo el BID! ¡Combatir la dominación imperialista!
¡Se justifica la rebelión, se necesita la revolución!
¡Contra el sistema que oprime y explota, la rebelión se justifica!
¡Contra los asesinatos de jóvenes del pueblo, organizarse y resistir!
Jóvenes Antiimperialistas
Marzo de 2009
El podrido Estado colombiano ha incrementado en más de 2700 efectivos el pie de fuerza en la ciudad desde finales de febrero, con el principal propósito de mantener bien a raya a las masas durante este evento, para prevenir brotes de descontento y rechazo, y “quedar bien” (como dijo el lamezuelas Uribe) con esa manada de explotadores y títeres que se reunirán cómodamente a definir y trazar sus políticas de dominación, mientras en los barrios nos ultrajan los policías y soldados que han llegado reforzando a esos paracos que andan matando jóvenes del pueblo y amenazándonos con toques de queda hasta las 10 de la noche. Y, para colmo, como si ya no pudieran humillarnos más, nos dicen que toda la ruidosa publicidad pro-imperialista a favor del BID, que la pintura que le han echado a esta ciudad para que se vea “bonita” para esos explotadores, y que los gustos y lujos que suelen darse la calaña de millonarios que hacen parte de ese Banco, cuesta 5000 millones de pesos del presupuesto público, de los impuestos que con tanto sacrificio hemos tenido que pagar los trabajadores al Estado ladrón.
Pero, ¿qué es el BID?, ¿por qué cuidan tan furiosamente su reunión de Gobernadores?, ¿por qué está tan contento el monigote alcalde Salazar, a la vez que tan preocupado diciendo que “Medellín no puede dar un paso atrás en materia de seguridad” cuando recibía a los policías destinados a reforzar la dictadura contra el pueblo?
Pues bien, la verdad es que el BID ha sido un instrumento de dominación económica y política del imperialismo contra los pueblos latinoamericanos, que ha servido exclusivamente para profundizar el sometimiento semicolonial de estas naciones. El BID ha jugado un papel muy importante en la formación de unas economías atadas de pies y manos al imperialismo en los países latinoamericanos, completamente dependientes de las inyecciones de capital financiero que hacen los monopolios de los países imperialistas como parte de su cadena de acumulación y explotación capitalista a nivel mundial, y a partir de la cual han ejercido una encarnizada dominación política, militar e ideológica, que ha ido desde la formación de una cultura de colonizados hasta las mas sangrientas guerras de agresión contra nuestros pueblos y el establecimiento de bases militares imperialistas y dictaduras despóticas y militaristas contra las masas por toda la región.
Desde el discurso hasta el mismo nombre del BID afirman que su propósito es dizque el “desarrollo” de los países “prestatarios”, como Colombia, pero lo único cierto es que lo que hace ese Banco es forrar los bolsillos de los burgueses de los países imperialistas, “no-prestatarios”, que canalizan parte de sus inversiones para los países oprimidos a través del BID, imponiendo altísimas tasas de interés que finalmente son pagadas por los trabajadores y sus familias, con el sudor, la sangre, el sufrimiento y la miseria permanentes de millones de personas de estos pueblos. Pero la injusticia va todavía más allá, pues así como pasa acá con los pagadiarios, que nos pisotean por deberles, a nivel internacional, la deuda externa de estos países oprimidos no sólo nos obliga a pagar mil veces lo adeudado sino que nos somete políticamente al tener que firmar acuerdos donde se definen los lineamientos de política fiscal, monetaria, educativa, ambiental, laboral, etc., como condición para recibir esos préstamos. Así, por ejemplo, han obligado a que en muchos países como Colombia se desmonten cada vez más los sistemas de subsidios estatales para el acceso a salud, educación, agua potable, saneamiento básico, electricidad, vivienda y tierra. En otras palabras, las clases dominantes de los países atrasados empeñan nuestro destino y “desarrollo” a las necesidades de los explotadores imperialistas dueños de los capitales invertidos aquí, lo que ha significado mayor dominación y saqueo para estos pueblos.
El imperialismo es un sistema putrefacto que se sostiene cada vez más y más de las rentas extraídas a los países oprimidos como Colombia, invirtiendo sus capitales indirectamente en estos países a través de los préstamos que hacen a los gobiernos de “nuestras” clases dominantes. Este sistema parasitario que ha hundido en la miseria a miles de millones de personas por todo el mundo cuenta con muchos “organismos internacionales” para la dominación política, económica y militar de los oprimidos. Dentro de estos organismos “multilaterales” se encuentra el BID, que ha defendido durante 50 años un sistema de desarrollo económico desarticulado, que ha sido fuente de enorme sufrimiento para las masas populares manteniendo a los países latinoamericanos en el atraso más oprobioso e indignante, que ha profundizado la desigualdad entre ricos y pobres, mientras ha fortalecido la dominación del imperialismo norteamericano; de hecho, las decisiones dentro del BID, así como en otras agencias de este corte pero de alcance global como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, son tomadas generalmente por los yanquis y sus socios (EU es el accionario mayorista del BID, con el 30,01% de sus acciones; es decir, por ser quien más presta e invierte, decide cómo se somete y viola a estos países).
La Asamblea Anual del BID es entonces una reunión de los imperialistas con sus lacayos latinoamericanos; y, en la de este año, se supone que diseñarán políticas para amortiguar los efectos devastadores de la crisis mundial sobre las economías de la región. Pero el creciente sufrimiento de las masas por todo el mundo a raíz de la crisis económica se debe al sistema imperialista en sí mismo, pues los ciclos, los periodos de crisis y auge son inherentes a su funcionamiento, lo que significa que si se quiere acabar con la crisis se debe es derrocar todo este sistema. Por eso es que el cinismo de los portavoces del BID, que hablan de dizque estrategias para paliar la crisis mientras defienden y sostienen al imperialismo, no es menos que una bofetada en la cara de los millones que están dejando de comer y trabajar (y de quienes dejarán de hacerlo) en Latinoamérica y el mundo por cuenta de la crisis.
El problema con el BID no es que “preste a unas tasas de interés muy altas”, o que “no discuten lo suficiente con los grupos de la sociedad civil involucrados en el campo de acción de sus proyectos”, no, nada de eso, el problema del BID es que es un instrumento del imperialismo, que es un mecanismo para subordinar estos países a los designios del actual sistema de dominación y explotación. Cuando el BID otorga préstamos para infraestructura, por ejemplo, lo hace tanto para lucrarse con los intereses que pagan por esos créditos estos países, como para crear aquí un tipo de infraestructura favorable a los negocios de los imperialistas, tanto en materia de vías de comunicación y transporte como en disponibilidad de recursos energéticos, que a fin de cuentas refuerzan un tipo de desarrollo hacia fuera y no hacia dentro, favorable y en función del capital financiero imperialista y desastrosa para los intereses nacionales de estos países oprimidos. El problema es que las inyecciones de capital imperialista buscan es rentabilidad y ganancia, no el desarrollo nacional ni el progreso de estos países, y nunca podrá ser de otra forma.
El tipo de desarrollo promovido por el imperialismo en los países oprimidos de la región, ha dado como resultado una estructura de clases donde la dirección social ha sido acaparada por una granburguesía que se enriquece haciendo negocios para los imperialistas, sacando tajada de la explotación que ejercen éstos contra los pueblos del mundo, y que se alía además con los grandes terratenientes feudales que cabalgan sobre las espaldas de millones de campesinos atados por la maraña de relaciones opresivas semiserviles mantenidas por el imperialismo en nuestro campos.
Ellos quieren celebrar en calma las bodas de plata de su Banco sobre una montaña de huesos y sangre popular, sobre una historia signada por la injusta e ilegal intervención económica y militar de los pueblos latinoamericanos y del mundo, y ¡NO LO PODEMOS PERMITIR! Hay que dejar bien claro que los imperialistas y sus títeres no tienen derecho a reunirse para planear la forma como nos seguirán explotando y saqueando. Debemos repudiar esta visita imperial y todo lo que representa, debemos rechazar este sistema y los planes de los grandes burgueses colombianos de mayor empobrecimiento de las masas populares.
Los opresores colombianos, que esperan de sus amos mayores inyecciones de capital en Colombia, deben saber que no estamos con ellos ni con su sistema genocida y hambreador, que resistiremos sus dictámenes y no soportaremos más semicolonialismo en el país ni en el mundo. Todos los días, luego de tener que pasar por una humillación tras otra, nos damos cuenta que un cambio fundamental en nuestras vidas es urgente y necesario, pero para ello debemos captar que nuestro enemigo, la traba que se nos pone en frente para alcanzar ese cambio, es el sistema imperialista defendido por ese puñado de asesinos explotadores que horita mismo tienen el poder, y que hasta que no barramos todo este orden de cosas no habrá tal cambio fundamental. Los imperialistas, los grandes burgueses y los terratenientes de estos países son los enemigos jurados del pueblo explotado y oprimido, y hasta que no se les arrebate el poder no será posible establecer una sociedad distinta donde el criterio para tomar las decisiones económicas de inversión y producción no sea la ganancia (como en este sistema) sino que sea el bienestar de las masas, el desarrollo social y el avance hacia una sociedad sin relaciones opresivas de ninguna índole.
Se necesita desafiar seriamente al imperialismo si de veras queremos vivir distinto y edificar una sociedad sin opresión. Debemos seguir el ejemplo de los jóvenes y masas rebeldes que se han alzado aquí y por todo el mundo durante la última década y media en contra de la globalización y las guerras de agresión imperialistas, debemos aprender de su coraje y resolución en la lucha, para ir todavía más allá, para forjar un movimiento amplio de unidad que luche persistente y abnegadamente contra el sistema, sus verdugos y sus ataques.
Los Jóvenes Antiimperialistas llamamos a la juventud popular y al pueblo en general a organizarse para la lucha contra nuestro enemigo común: el imperialismo y sus lacayos.
Seguir viviendo bajo la bota de este cochino sistema y hundirse con él… o construir un mundo radicalmente distinto: es lo que está hoy en juego. ¿De qué lado te pondrás?
¡Abajo el BID! ¡Combatir la dominación imperialista!
¡Se justifica la rebelión, se necesita la revolución!
¡Contra el sistema que oprime y explota, la rebelión se justifica!
¡Contra los asesinatos de jóvenes del pueblo, organizarse y resistir!
Jóvenes Antiimperialistas
Marzo de 2009
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